Fuente imagen: AUNAP 24.4.2017 |
Mediante comunicado publicado en sitio web de la entidad oficial AUNAP el pasado 24 de Abril*, y que se entiende como un escrito o reporte proveniente de la propia AUNAP, se afirma que, desde el sector piscícola de la trucha en el Lago de Tota y la AUNAP "se pretende minimizar los efectos generados por los aportes de materia orgánica al lago de Tota y demostrar que si <sic> es posible hacer piscicultura rentable y sostenible con un claro compromiso frente al medio ambiente."
Reporte que guarda relación directa con las recientes determinaciones de la autoridad ambiental Corpoboyacá emitidas mediante Resolución #1310 del 07/Abr 2017.
Vale resaltar y llama la atención cómo, parece haber un consenso entre estos actores del sector (autoridades y productores) por el manejo adecuado de esa actividad sin afectar el lago ni el ambiente, lo cual es positivo, no obstante se evidencian al menos tres asuntos a revisar en este cruce de opiniones:
- Se echa de menos desde el reporte de AUNAP, un argumento técnico capaz de controvertir el efecto negativo de la succión de lodos desde el fondo del lago, como la Corporación expresa y dice tener demostrado.
Como también, se echa de menos en unos y otros demostrar mediante una autoridad neutral y científica que en efecto los colectores sirvan suficientemente al objetivo de control. - Se desconoce el estado legal de las concesiones o permisos de ocupación de cauce de los piscicultores asentados en el Lago de Tota, y el estado de su cabal cumplimiento. El reporte de AUNAP informa un área de ocupación, que sería preciso demostrar y contrastar frente a los permisos y frente a la realidad instalada.
- Unos y otros guardan silencio sobre el pasivo ambiental, de tantos años ocupando cauce e impactando el medio sin que nadie (autoridades ni productores) hubieran hecho algo al respecto. ¿Y sobre esto quién responde?
Los impactos de esta actividad fueron un tema conocido desde siempre, pero se mantuvo en silencio por años. Sin ir muy atrás, desde 1983 el profesor y limónologo de amplio reconocimiento mundial Dr. Richard Volenweider lo advirtió en su Informe sobre el Lago de Tota, informe que de manera perversa fue archivado por la autoridad ambiental de entonces (CAR), y de manera aún más irresponsable fue ocultado por uno de los funcionarios públicos de la posterior Corpoboyacá, funcionario directivo y de alto vínculo con esta problemática, que fue además acompañante del Dr. Vollenweider durante su estudio. Advertencias claras que, también perversamente, han venido siendo sistemáticamente evitadas incluso por consultores recientes como Hidrósfera dentro de los procesos posteriores de análisis sobre el particular (ver más).
Siendo así, por tanto, un aspecto de relevancia ética por el cual ninguno de los citados se pronuncia hasta ahora.
Naturalmente el tema tiene tela para cortar. Es un sector que indiscutiblemente aporta en unos aspectos a la región (empleo, desarrollo económico, gastronomía), pero tiene aún cuestionamientos sin resolver que permitan considerar su actividad algo realmente responsable y sostenible, dentro del contexto histórico de su presencia en el Lago de Tota.
Y está por verse, especialmente, que la autoridad ambiental y demás entidades de control con competencia en la región, asuman su responsabilidad con similar nivel de exigencia que hoy se pretende al sector acuícola, frente a todos los demás sectores y fuentes de impacto de nuestro lago ¡y de la cuenca!
*Enlace al reporte comentado: http://www.aunap.gov.co/trucheros-del-lago-de-tota-comprometidos-con-el-ambiente/
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