A juzgar por esos títulos de recientes notas en prensa, desprevenidamente podría pensarse del lago de Tota que... moría, pero lo recuperan. No es tan simple, basta leerlas en detalle y contrastar con la realidad. De su lectura minuciosa se aprecian innumerables faltas de la segunda nota, aquella que pretende ilustrar al lector que el enfermo sana, cuando tituló '
Así se recupera...'. Veamos.
La primera nota ('
Muere el lago de Tota', escrita el pasado 31 de Mayo por el Sr. Germán Manga, columnista en la revista Semana.com), evidentemente muestra que hizo la tarea y se permitió investigar sobre el histórico del lago. La complejidad de nuestra cuenca no se resume fácilmente en una breve columna, ni aún en un libro o en un serial de estos. No obstante podría serlo en una frase, mejor aún en una palabra (una de otras posibles): indolencia. El lago de Tota no le duele al país, no al menos de verdad, no le duele de forma coherente. La conciencia es importante -claro-, pero insuficiente cuando la realidad de las acciones y el sentimiento profundo transitan por vía contraria.
Dice el columnista:
La del Lago de Tota es la historia de la explotación abusiva de un recurso natural irrecuperable y al mismo tiempo de la indolencia, corrupción e incompetencia de las autoridades de Boyacá –congresistas, alcaldes, gobernadores, autoridades ambientales- y del gobierno nacional que la han permitido o cohonestado. A lo cual prosiguen una serie de párrafos que ahondan un poco en sus detalles, para evidenciar cómo el abuso y la incompetencia en Tota han pasado por un abanico que incluye irrespeto a la ciencia e incapacidad de protegerlo.
Refutar aquello sería intentar ocultar el sol con la mano.
Y la segunda nota ('
Así se recupera el lago de Tota', escrita el pasado posterior 06 de Junio como opinión del Ministro de Ambiente Sr. Luis Gilberto Murillo y en alusión a columna previa del Sr. Manga), en cambio, no pasó de ser el recuento del que mira las cosas a la distancia, y escribe lo que le cuentan. El Sr. Ministro ha estado dos veces en el Lago de Tota,
en su segunda visita (17 de Marzo pasado que vino a inaugurar unas estaciones meteorológicas) nos contó que la primera había sido en los 90's, y que hoy lo notaba cambiado, no obstante seguía maravillado con su belleza.
Pero no es más. El Sr. Ministro no conoce las realidades del lago de Tota, ni ha sido debidamente informado del estado crítico socio-ambiental ni político-histórico y legal del lago. Y su opinión del pasado 06 de Junio fue claramente el resultado de informaciones allegadas por funcionarios de su entorno, medias e incompletas verdades. El contenido de su opinión escrita fue un abanico superficial e impreciso de las realidades de nuestra cuenca, que dan por resultado un vivo ejemplo de retórica.
No en vano la siguiente reacción de un actor de cuenca que recoge bien el sentir de muchos de nosotros, algunos que completamos ya 7 años comprometidos desde la sociedad civil con esta causa:
- 1. Ministro en lo que TODOS estamos de acuerdo es que el Lago de Tota “…es uno de los ecosistemas más importantes y estratégicos del país…”
- 2. La “hoja de ruta” no aborda de manera contundente los tres problemas (incontablemente diagnosticados): las consecuencias del monocultivo agrícola, la inviabilidad de las fábricas de truchas dentro del lago y el vertimiento de las aguas residuales de Aquitania.
- 3. “…ya empezamos a recuperarlo con acciones reales y tangibles…” Ministro da pena enumerar las acciones: sino fuera por los recursos de la Agencia de Cooperación Francesa, no se hubiera hecho lo pírrico que se ha hecho…
- 4. “La cuenca tiene ya una presencia institucional importante…” de quiénes Ministro? ¿Dónde esta la presencia del ICA que debería controlar la gallinaza cruda? ¿Dónde está la AUNAP para ejercer control en la producción de las truchifactorías? ¿Dónde está el Minagricultura impulsando las prácticas limpias en el monocultivo?, no Ministro, NO hay presencia institucional real.
- 5. “…hemos involucrado a la comunidad… casi 1.500 actores locales en 20 localidades han participado en la socialización…” Ministro, con todo respeto, debe estar hablando de otro Lago de Tota de otro país…
- 6. “…ya empezamos a recuperarlo con acciones reales y tangibles…” Ministro, lo están engañando… lo están engañando...
Y de forma menos diplomática -no por ello menos cierta- se ha afirmado también que esa opinión del Ministro tiene
bla-bla-blá y son pañitos ministeriales, por lo cual mejores titulares a su opinión y en reemplazo de '
Así se recupera el lago de Tota', podrían ser los siguientes:
Ante todo lo cual, bien se ha afirmado también desde voces autorizadas y conocedoras del tema, que respecto al lago de Tota y su gestión:
(i) La retórica ambiental no ayuda:
(ii) Nos quedó grande como sociedad:
Afirmaciones estas que compartimos, porque desnudan una realidad.
De una parte, no ayuda que la máxima autoridad ambiental administrativa del país pretenda con un artículo en prensa hacer el quite al nivel de su responsabilidad frente a
uno de los ecosistemas más importantes y estratégicos del país (LG.Murillo, 06.6.2017 en Semana.com), desconociendo la necesidad de protegerlo y con urgencia mediante declaratoria Ramsar para brindarle herramientas poderosas de gestión y atención -que no requiere seguir esperando para que se adopte la decisión, veamos lo que sucede con la Ciénaga Grande, sitio Ramsar, por aquello de darle largas a las acciones-, a la vez que limitando y supeditando sus escasísimas intervenciones en la cuenca al tenue y fugaz apoyo de una cooperación externa recibida y en la cual se soporta todo el Conpes 3801.
Caben de parte nuestra estas preguntas al Ministro:
- ¿Qué haría Usted y el Gobierno de Colombia en general frente a Tota señor Ministro, sin esa cooperación momentánea que administra la Agencia Francesa para el Desarrollo?
- ¿A qué obedece realmente ese miedo e incompetencia estatal señor Ministro, de seguirle dando largas y condicionamientos innecesarios para proteger como sitio Ramsar a ese que Usted mismo dice reconocer como uno de los ecosistemas más importantes y estratégicos del país?, ¿por qué tan difícil y por qué tanto temor o falta de valor político en designar una misión especializada y técnica de su Ministerio que se ocupe de una vez por todas de trabajar ese proceso, previo anuncio público de que el Ministerio de Ambiente decide iniciar el proceso técnico de la mano con las comunidades para designar al Lago de Tota como sitio Ramsar?
- ¿Conoce Usted señor Ministro aquel Informe sobre el Lago de Tota que preparó el Dr. Richard Vollenweider en 1983?, ¿qué nivel de respeto coherente merece la ciencia frente a la gestión ambiental, cuando de Tota se viene alertando sin descanso y por numerosas voces científicas autorizadas, que está expuesto a cáncer si prosiguen sus impactos (1983), que se encuentra al borde de cruzar la línea de no-retorno, que está transitando de azul a verde, y que hay registro de bacterias tóxicas y potencialmente cancerígenas en sus aguas? -todas ellas, verificables en documentos, opiniones e informes públicos, en la voz de científicos-.
- ¿Cree Usted que con ese nivel de alertas se puede jugar con retórica?, ¿cree Usted señor Ministro que con ese nivel de alertas se puede seguir dando largas a la adopción de medidas contundentes para mitigar el riesgo al que están expuestas esas 250.000 personas que según Usted se abastecen para consumo humano de las aguas del Lago de Tota?, ¿ha pensado -realmente- en el nivel de responsabilidad que tienen Usted y sus predecesores frente al riesgo de daño irreversible para un ecosistema tan valioso, y la exposición a la que está sometida la salud pública de todos esos miles de personas?
- Y como bien sabe Usted señor Ministro, lo que sucede con Tota no es distinto a otros humedales importantes y estratégicos del país. ¿Acaso se está a la espera de una tragedia o una crisis para actuar?, es decir ¿actuar cuando ya sea tarde?
Por favor señor Ministro y por su intermedio al señor Presidente y a todo el estamento gubernamental y político del país, el de ahora y los de antes:
¡No más juegos, evasivas ni retórica con el Lago de Tota!
¡No más pañitos para el estado enfermizo y grave en que se encuentra!
¡No más discursitis frente a su realidad socio-ecológica!
¡No más excusitis frente al supremo deber constitucional y supraconstitucional que impone el cuidado del patrimonio natural y del agua!
¡Entiendan de una vez por todas que el Lago de Tota está gravemente enfermo, no importa si menos o más que otros humedales en el comparativo, pero es grave, y nos referimos a un cuerpo hídrico de valor nuclear para el país!
¡No más indolencia con el Lago de Tota!
Señor Ministro, estaremos atentos a su respuesta.