Lo observado no demerita en lo absoluto la buena gestión que haya podido existir frente al sitio en cualquier época (Playa Blanca), el municipio o la región. Pero es un impacto altamente sensible, que de ninguna manera puede pasar desapercibido, y por el cual las autoridades deben ofrecer explicación, y debida atención.
Señalamos lo sucedido, no obstante la buena intención que haya rodeado el hecho; pues lamentablemente se habría cometido un grave error, que debe subsanarse. Playa Blanca (en especial, dentro del lago) no es un lugar cualquiera, que pueda ser gestionado o manejado sin alta precaución, y los hechos demuestran que en esto se falló. Haber introducido arena de peña, sin lavar, y visiblemente con contenido de arcilla, demuestra a las claras deficiencia de control a todo nivel, que ha impactado y puesto en riesgo ese patrimonio. Enmendarlo es posible, pero cuesta e implica seguramente recursos públicos, por lo cual doble vigilancia al episodio.
La existencia de una categoría importante de protección para toda la cuenca (ej. Ramsar, como reiteradamente lo hemos predicado desde la Causa Tota), habría aportado elementos de precaución, educación, comunicación y participación, que podían haberlo evitado, sin dejar de lado los objetivos de desarrollo municipal o regional.
Imágenes tomadas el día de hoy:
Playa Blanca, endurecida http://t.co/KAgEVGzUJ0; pedimos explicación @CORPOBOYACA @GobBoyaca @MunicipiodeTota cc @CGR_Colombia #veeduriatota
— Causa Tota (@CausaT) julio 31, 2014
#ALERTA Playa Blanca, endurecida http://t.co/XJq19N37bN vía @CausaT
— ForoNacionaAmbiental (@FNAmbiental) agosto 22, 2014
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